top of page

BLOG DE LA REVISTA IMPRESA MYANIMAL MAGAZINE

Search

Esta es una historia triste, de las que a los amantes de los animales nos hacen llorar. Sí, como leéis, llorar de rabia, porque en pos de la ciencia, en muchos casos, se hacen barbaridades.

Por Ester Martínez Jurado de perrosconhistoria.com





La presente historia sucede durante la Guerra Fría, enfrentamiento político, ideológico, intelectual, armamentístico… que enfrentó a Occidente, capitalismo abanderado por Estados Unidos, y a Oriente, comunismo liderado por Rusia. Esta tensión se mantuvo desde finales de la II Guerra Mundial (1945) hasta la caída de la URSS (1989).

La Unión Soviética iniciaba su carrera hacia la luna tras el éxito del lanzamiento del Sputnik I el 4 de octubre de 1957. Nikita Kruschev, primer secretario del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), quería hacer alarde del 40.º aniversario de la revolución bolchevique enviando al espacio el primer ser vivo. Era tan poco tiempo el que tenían (tan solo tres semanas) que pensaron en enviar un perro. La elegida fue la hembra Laika.

Laika (‘que ladra’ en ruso) era una perrita callejera que vivía en Moscú y fue capturada para el programa espacial soviético. Tenía unos tres años y pesaba alrededor de 6 kg; fue elegida por su carácter calmado y por la facilidad que mostraba para el aprendizaje.

El durísimo programa de entrenamiento que siguió Laika fue supervisado por el científico Oleg Gazenko: se la confinó a espacios reducidos, resistiendo altas velocidades y ruidos excesivos, lo que llegó a causar cambios en las funciones excretoras del can. Estos programas serían años más tarde puestos en práctica con humanos.

Tras el lanzamiento se informó al mundo que las constantes vitales de Laika eran correctas y que estaba reaccionando con calma, incluso se llegó a decir que se le escuchó ladrar. Laika viajó en una cabina con un arnés para combatir la ingravidez, bebió agua de unos dispensadores y comió en forma de gelatina.

Durante años nunca se desveló la real intención del programa espacial, pues desde el principio supieron que Laika jamás regresaría. El viaje era con billete de ida, no de vuelta: la cápsula no tenía el módulo de retorno y la perrita falleció a las cinco o siete horas. Orbitó alrededor de la Tierra, pero un fallo técnico hizo que la cabina se sobrecalentara, alcanzando 40º y determinando que Laika muriera por el calor y el estrés.

En un primer momento, la agencia de noticias soviética TASS maquilló la noticia anunciando que Laika regresaría en paracaídas tras una semana orbitando, más tarde tuvo que reconocer que había fallecido antes de tiempo. Nada más lejos de la realidad. No fue hasta el año 2002, en un congreso en Houston, cuando el científico Dmitri Maláshenko desveló que Laika había muerto a causa del calor y del pánico.

A pesar de esta controversia Laika es una heroína, y como tal se la recuerda en anuncios publicitarios, novelas, viñetas… Incluso una región de Marte fue bautizada con su nombre.


SABÍAS QUE...

•El nombre original de Laika era Kudryavka.

•Fue el primer ser vivo de

la historia que viajó al espacio exterior.

•La razón de capturar perros vagabundos para la misión era la creencia en que estos estaban más acostumbrados a condiciones adversas.

•Una de las pruebas consistía en meter a los perros en máquinas centrifugadoras que giraban a altas velocidades.

• De los doce perros reclutados seleccionaron a tres: Laika, Albina y Mushka.

• Años más tarde, en 1960, otras dos protagonistas perrunas sobrevivieron a un viaje similiar. Se llamaban Belka y Strelka.


Si quieres disfrutar de la revista impresa por suscripción, infórmate aquí



17 views0 comments

Lisa es una perrita encantadora, una preciosa pointer que se divierte sobre todo cuando sale al campo a pasear con sus amigos humanos. Hace tres meses, repentinamente, empezó a cojear, pero su dueño no le dio la menor importancia: “Ya se le pasará”. Transcurría el tiempo y Lisa no mejoraba. Finalmente el veterinario descubrió que tenía una degeneración en las vértebras lumbares. Por Ellen Mitschke.

Antes de que el daño se vuelva irreversible y no quede más remedio que intervenir a Lisa en quirófano, un fisioterapeuta canino puede ser la solución que contribuya a detener la degeneración.


¿Desde cuándo esta disciplina la disfrutan también los perros? Los inicios de la fisioterapia para perros datan de los años 70 en EE.UU., momento en el que se empezó a mostrar un gran interés por el cuidado de los animales dedicados al trabajo o al deporte. Posteriormente se extiende por Europa, a los países más avanzados como Gran Bretaña y Holanda. Últimamente ha habido también un gran avance en este sentido en Alemania y en los países nórdicos.


¿Que tratamientos son más utilizados? Los tratamientos que se aplican son los mismos que se emplean para la fisioterapia en humanos: masajes y estiramientos, ejercicios manuales para reforzar los músculos o con dispositivos para el equilibrio, como el trampolín, etc.

Drenaje linfático, terapia manual para las articulaciones, estabilizaciones de extremidades afectadas, electroterapia como estimulación muscular o entrenamiento propioceptivo de la coordinación neuromuscular, campo magnético o láser.

Se obtienen también muy buenos resultados con la terapia acuática, con cinta de andar o con natación con chalecos especiales. Con estos tratamientos se logra una recuperación total de la función: de la articulación/extremidad afectada, de la resistencia corporal y del sistema neuromuscular. Además se puede trabajar en la relajación muscular para tratar inflamaciones y dolencias, o simplemente para aumentar o mantener la calidad de vida de nuestro perro si es anciano o está discapacitado.

En los perros dedicados al deporte o al trabajo se utilizan también técnicas como el “warm up and cool down” con la que se prevén lesiones, por ejemplo musculares, o se logra con mayor rapidez la recuperación y la vuelta a la actividad tras operaciones o accidentes.

En el caso de Lisa, se le aplicó toda una serie de tratamientos que iban desde el uso del trampolín, para mejorar su equilibrio, terapia manual y ultrasonidos. Se indicó a su dueño qué ejercicios debía practicar con ella para acelerar la recuperación.

Tras dos meses de tratamiento, Lisa ahora cojea solo cuando lleva una hora practicando ejercicio, pero el resto del tiempo disfruta corriendo y brincando. En un mes más habrá recuperado del todo los ligamentos y podrá otra vez ser la perrita de siempre.

Según mi experiencia, a los perros les gusta el tratamiento fisioterapéutico, y, de hecho, parecen agradecidos. Además, los resultados suelen ser buenos y rápidos. Quizá sea porque los perros no tienen prejuicios frente a lo extraño o lo nuevo.


Mediante la fisioterapia se tratan varias patologías caninas como:

• Defectos genéticos o debilidades especificas en ciertas razas, como la luxación de la rótula en perros pequeños (yorkshire terrier, chihuahua) y la displasia de la cadera en razas grandes, como el pastor alemán.

• Trastornos ortopédicos, como la osteoartrosis o osteoartritis.

• Espondilosis (degeneraciones de la vertebras).

• Patologías neurológicas como discopatías (hernias) y parálisis.

• Estenosis lumbosacral degenerativa (síndrome de cauda equina) o cervical (síndrome canino Wobbler).

• Resulta especialmente útil como apoyo al tratamiento posquirúrgico en el caso de operaciones, por ejemplo, de prótesis de cadera, fracturas, lesiones del ligamento cruzado de la rodilla, tendinitis en el hombre.

• Es muy beneficioso para contracturas musculares.


10 views0 comments

Los perros, en la actualidad, han aumentado su esperanza de vida. La alimentación, vivir en familia y los controles de salud han favorecido el hecho de que la mayoría de los canes superen los diez años de vida. Los cambios de comportamiento en perros adultos y de edad avanzada son frecuentes y, normalmente, son achacados al envejecimiento, pero es importante determinar si son consecuencia del envejecimiento natural o, bien, de un envejecimiento patológico.

Por Almudena Órtiz directora de Dogstar



Ayuda con mi perro. Problemas con perro. Educación
foto perro Myanimal Magazine

El envejecimiento patológico en los perros recibe el nombre de disfunción cognitiva o demencia. La disfunción cognitiva afecta a perros mayores de siete años. Este desgaste del sistema nervioso produce un conjunto de síntomas similares a los pacientes humanos con enfermedad de Alzheimer.

Los perros afectados por esta patología suelen presentar alteraciones a nivel conductual, por lo que es conveniente consultar a un veterinario para que, cuanto antes, se tomen las medidas adecuadas.

Las conductas que se ven afectadas son:

- El comportamiento social. Disminución de la interacción con los miembros de la familia. No quieren relacionarse con otros perros, cuando antes sí lo hacían.

- El comportamiento exploratorio. Disminución de la actividad locomotora. Por ejemplo, no suelen mostrar interés por olfatear sitios nuevos, no quieren salir a pasear…

- El ciclo del sueño. Pueden tener alteración del ciclo vigilia-sueño, que se manifiesta con dormir durante el día, mientras que por las noches se mueven, ladran, se despiertan a comer o beber.

- Los hábitos higiénicos. Pueden orinar y defecar en lugares inadecuados debido a la pérdida del aprendizaje adquirido.

- Las capacidades cognitivas como la memoria también se ven afectadas. Observamos que no acuden a la llamada y no responden a su nombre o a cualquier otro comando.

- La percepción de los estímulos puede verse afectada también en perros con demencia mostrando miedos o fobias que antes no presentaban o intensificando miedos ya presentes. También pueden tener episodios desorientación o ansiedad.

El tratamiento de la demencia no es curativo, ya que es una enfermedad progresiva. Un tratamiento adecuado ralentiza el proceso degenerativo cerebral y da calidad de vida a los perros geriátricos. Las medidas de tratamiento incluyen suplementos nutricionales, fármacos que ayuden al funcionamiento cerebral y medidas de reeducación y enriquecimiento ambiental.

16 views0 comments
bottom of page