Por Lorena Díez Pereira
El lamido es un patrón de conducta que aparece en los cachorros neonatos para encontrar el pezón y alimentarse. Más adelante, los cachorros lamen la boca de la madre para estimular la regurgitación y alimentarse con comida semisólida.
Este lamido que aparece tras el nacimiento de forma instintiva, en los perros adultos se mantiene como una señal afiliativa. Los comportamientos afiliativos son todas aquellas conductas que realizan los individuos de un grupo para cohesionarse y permanecer unidos, lo que les garantizará mayores posibilidades de supervivencia. Algunos ejemplos de conducta afiliativa son el acicalamiento, el juego que permite el desarrollo de habilidades para la caza, la defensa del territorio, el cuidado de los cachorros y cualquier otro patrón de conducta que sirva para reforzar los vínculos dentro del grupo, y, por tanto, asegurar la supervivencia del mismo.
El lamido como señal afiliativa en los perros se expresa en situaciones como el acicalamiento, el comportamiento maternal o el cortejo sexual.
Además, y no menos importante, el lamido es también una señal de apaciguamiento. Los perros pueden lamer a otro perro o lamerse su nariz como gesto de pacificación.
Y para complicarlo aún más, el lamido puede ser un signo de estrés. La línea entre el apaciguamiento y el estrés es difícil de reconocer para quienes no son profesionales del comportamiento canino. Los perros tienen un lenguaje de comunicación muy rico, no hablan pero una simple señal como el lamido puede significar muchas cosas.
¿Qué nos quieren comunicar nuestros perros cuando nos lamen?
Lo hacen porque somos parte de su grupo social y es una conducta afiliativa hacia nosotros.
• Nos pueden lamer para pedir una interacción con nosotros. Es curioso pero les encanta lamer nuestra cara, vestigio de la conducta de lamido de la cara de la madre con la que le reclamaba que les alimentara o les prestara atención.
• También nos suelen lamer como conducta de acicalamiento, tal y como hacen entre ellos. Si tienes más de un perro, has podido comprobar que se lamen entre ellos de forma cuidadosa, para reforzar su vínculo.
• Otra circunstancia en la que pueden lamernos es tras un conflicto negativo, en tal caso lo hacen como gesto de apaciguamiento para reducir nuestro enfado.
• Algunos perros manifiestan esta conducta de forma excesiva y repetitiva hacia sus propietarios, otros animales, ellos mismos o incluso objetos. En estos casos el lamido puede ser un signo clínico de algunos problemas de conducta y requiere la evaluación de un profesional del comportamiento canino.
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