myterapia
por José Luis Arias, director de DogStar
Comportamientos nerviosos
En ocasiones nos encontramos perros con comportamientos como ladridos excesivos, orinar cuando los saludamos o movimientos muy nerviosos cuando van de la correa. Muchas veces las personas que conviven con ellos se resignan y no le dan mayor importancia porque “siempre ha sido un poco nervioso”.
Es cierto que va en el carácter de cada perro reaccionar de manera más o menos nerviosa a determinados estímulos, siendo algunos de estos comportamientos seleccionados durante generaciones en las distintas razas. Pero también es cierto que el estado emocional del perro va a influir en la intensidad de estos comportamientos. Los perros, al igual que las personas, sufren estrés por distintos motivos y también les influye el ritmo de vida frenético que llevamos. Hay cosas que obviamente no vamos a poder evitar, como que nuestro perro se quede solo cuando nos vamos a trabajar o que se altere cuando llaman al timbre. Lo que sí podemos hacer es cambiar algunos hábitos en nuestra vida para que los niveles de estrés de nuestro perro bajen y disminuyan (e incluso lleguen a desaparecer) algunos de estos molestos comportamientos (que por otra parte son perfectamente normales).
1. Reduce al mínimo posible las actividades que puedan suponer un pico de estrés para el perro. Es un error muy común, sobre todo en el caso de perros hiperactivos, usar el ejercicio para calmarlos. No sólo no funciona porque con ello estamos aumentando el nivel de adrenalina y glucocorticoides (con lo que después de un rato de descanso el perro vuelve a estar hiperexcitado), sino porque corremos el riesgo de que el perro se vaya fortaleciendo y cada vez necesite más ejercicio para obtener el mismo resultado. El ejercicio es recomendable, evidentemente, pero en forma de largos paseos o juego libre sin correa.
2. Prescindiremos de los juegos con pelotas y similares por muy tentador que sea. También evitaremos los juegos de tirar de la cuerda y otros parecidos que impliquen rivalidad con el perro. Daremos preferencia a los juegos de olfato y estimulación mental.
3. Los paseos deben ser calmados, tranquilos y con una correa larga. La correa de paseo debe ser de al menos 2 metros, y podemos usar otra más larga para soltarlo en el parque. No es adecuado usar correas extensibles y siempre llevaremos a nuestro perro con un collar fijo o un arnés. Nunca le daremos tirones de correa. Le dejaremos investigar los objetos que se encuentre y olisquear todo lo que quiera. El olisqueo es la manera que tiene el perro de obtener información sobre el medio que le rodea y esto aumenta su seguridad, es un signo de salud mental. Podemos llevarlo al parque o a zonas frecuentadas por personas y perros, pero en horarios en los que no están. Esto le permite investigar los olores que dejan, antes de enfrentarse a los distintos estímulos.
4. Elimina las acciones que excitan al perro a la hora de la comida o antes del paseo, es mejor darle de comer lo antes posible y salir de paseo sin pedirle que se siente ni cosas parecidas. Tampoco debemos usar frases del tipo “¡vamos a comer! ¿quién se va a comer esto tan rico?” o ponerlos como motos con otras como “¡vaaaaamos de paseo!¡sienta, sienta!”.
5. Cuando volvemos a casa, por muchas ganas que tengamos de ver a nuestro perro, debemos evitar saludos muy efusivos, más aun si nuestro perro tiende a ladrar y saltar sobre nosotros. Tampoco somos partidarios de ignorar al perro totalmente, pues es bastante frustrante que alguien a quien tienes muchas ganas de ver haga como que no te ha visto. Es mejor entrar en casa de manera calmada, saludar a nuestro perro tranquilamente y esperar a que se calme antes de prestarle más atención.
6. Finalmente, si los comportamientos nerviosos se producen con la comida, hay que procurar que el entorno sea lo más tranquilo posible. Ubica su comedero en un lugar tranquilo donde no sea molestado y si hay más perros, colócalos en lugares separados.
En el caso de perros que muestren ansiedad por la comida, divide la ración diaria en tres tomas para que no llegue con tanta hambre
a la hora de comer.